Esta semana concluyó la serie de reuniones y conferencias convocadas por la Bienal de Venecia para introducir el Freespace de las directoras artísticas Yvonne Farrell and Shelley McNamara. Venecia, París, Berlín y Nueva York. Las arquitectas irlandesas presentaron la lista de 71 participantes que integran la propuesta curatorial en la que aparecen cinco latinoamericanos: Elemental (Chile), Rozana Montiel Estudio de Arquitectura (México), Barclay & Crousse (Perú), Carla JuaÇaba (Brasil) y Paulo Mendes da Rocha (Brasil).
Freespace se complementa de dos secciones: “Close Encounter” y “The Practice of Teaching”. La primera incluye 16 participantes irlandeses que toman una caso ejemplar de la arquitectura moderna para su interpretación actual, entre ellos, la Casa Luis Barragán que será resignificada por Noreile Breen. La segunda es una colaboración de 12 participantes de Italia, Suiza, Alemania, Portugal y Francia sobre experiencias y cambios de paradigma en la enseñanza de la profesión.
También se presentó la selección oficial de 65 pabellones nacionales que por primera vez suma la presencia de Antigua y Barbuda, Arabia Saudita, Guatemala, Líbano, Mongolia, Pakistán y “Holy See” (en la Isala de San Giorgio Maggiore).
La presencia latinoamericana estará latente en ocho pabellones: Vértigo horizontal (Argentina), Muros de Ar (Brasil), Stadium: an event, a building and a city (Chile), Stigma (Guatemala), Echoes of a Land (México), Undercover In Attesa (Perú), (Uruguay) y CCS-Espacio Rebelde (Venezuela).
Además del énfasis en la enseñanza, Farrell y McNamara hablaron de la conexión con la ciudad resaltando las capas históricas del palimpsesto veneciano a través de su condición insular, geografía, arsenal y astillero; y a su vez de la constante reconstrucción de la cultura arquitectónica:
Hemos descubierto invención y creatividad a escala micro y macro: edificios históricos liberados por el ingenio de los arquitectos; edificios olvidados que vuelven a nacer; tipologías transformadoras de habitación; necesidades de infraestructura traducidas en instalaciones públicas y cívicas. Creemos que la práctica en la arquitectura se trata de contribuir, comprometer y renovar la continuidad de la cultura arquitectónica. Necesitamos tender a la cultura, esta práctica es como cuidar un jardín. En arquitectura, el tiempo no es lineal. La arquitectura teje pasado, presente y futuro. Esto se representa como un enfoque especial dentro de la exposición general donde el pasado se renueva desde la mirada de los arquitectos contemporáneos.
La propuesta avizora un guiño a las topografías cambiantes de la arquitectura, su vínculo con las preexistencias, su fragilidad presente e inquietud por el futuro. Del 26 de mayo al 25 de noviembre se presentará un espacio generoso para voltear a formas divergentes de pensar con arquitectura.